Un nuevo Saviola o un nuevo Maradona

Sergio"kun"Agüero,la nueva perla argentina,el nuevo ídolo argentino,la gran promesa del fútbol mundial,después del ya consagrado Leo Messi.En Independiente le aman,hace dos años que debutó con quince añitos superando a Maradona,Pelé,Saviola,Tévez,Ronaldo y Raúl entre otros,dos años después es todo un crack que le persigue medio mundo.Agüero marcó hace una semana dos golazos a Racing el gran rival de Independiente se lució marcando dos golazos que recordaban a Maradona,pero pese a la gran calidad de este joven no se sabe como acabará jugando enEuropa,aunque Agüero muy seguro de si mismo,habla de que puede triunfar en España,de que puede ser el nuevo Ronaldo y de como no Maradona es único,no es que sea muy humilde pero es importante que esté seguro de si mismo.

Agüero es uno de los favoritos de Pekerman para la lista del mundial de Alemania,está siendo un jugador muy vital para Independiente,la vida le sonríe además de que supuestamente ha firmado por el Barcelona,realmente si es verdad un gran fichaje ya que encima les une la amistad de Messi y él que son íntimos amigos y podrían formar junto a Ronaldinho un ataque aún más peligroso que con Etoo,con la calidad de estas dos figuras jóvenes argentinas se comerían Europa.

Cuando vi en vídeos de internet algun partido su juego me enamoró,pero recuerden que Saviola o Aimar apuntaban a ser los nuevos Maradonas y Saviola no llegó a tanto ni se asomó,un buen jugador pero no espectacular que no cumplió sus expectativas,por eso hasta que no le veamos jugar en Europa no podemos juzgar a esta joven promesa que enamora en Argentina,quizás si llega al mundial será su gran escaparte al mundo,esperomos por el bien del fútbol que Agüero sea un gran crack mundial.

Os dejo con un artículo de una página web de Independiente muy buena y muy interesante:http://www.infiernorojo.com

INDEPENDIENTE 1-1 RIVER PLATE
INTERCAMBIO DE REGALOS
Otra vez sopa contra River. En un partido intenso, con muchas imprecisiones y un tiempo favorable a cada uno, el Rojo -con un hombre de más- no supo cómo definir un partido donde los de Núñez terminaron ofreciendo numerosas ventajas.
"Cada domingo renace la esperanza...", decía la canción de "Domingos para la juventud". La misma refleja lo que debemos sentir los hinchas del Rojo cada vez que nos toca jugar contra River. Es que salvo en algún amistoso, contra la banda no se festeja una victoria desde 1998, con 11 derrotas y (con el de hoy) cuatro empates. Demasiada mala leche y una racha que parece eterna no amedrentaron a la hinchada, que colmó el estadio con la certeza de que hoy finalmente se daría vuelta la taba. Es que River está con la cabeza más en la copa que en el torneo local, tenía un par de ausencias importantes (Farías y Figueroa) y hoy era visitante ante un Rojo que sube en la tabla más por tozudez que por buen juego. Hoy era otra gran ocasión de llevarse los tres puntos y no podía dejarse pasar esta oportunidad dorada.
Así fue que en el primer tiempo Independiente entró con decisión y a muy poco de empezado el partido fue Agüero quien se lo perdió por poco, con un remate al arco bien contenido por Lux. River no lograba hacer pie y el Rojo dominaba las acciones empujado por Machín y la serenidad del fondo, pero el espejismo duró escasos quince minutos. De a poco, los visitantes se fueron afirmando y empezaron a ganar en el medio, armar su juego y llevar peligro al arco defendido por Ustari. No sin esfuerzo: recién a los veinte minutos pudieron crear una jugada de gol desperdiciada por Higuain, con un tiro bajo y cruzado al segundo palo que se fue desviado por poco... River creció y tuvo otras tres oportunidades claras, salvadas apenas por providenciales atajadas de Ustari y/o algún cruce afortunado de los defensores. Fue sin dudas el peor momento del Rojo: cundió el pánico, se perdieron las marcas, se evaporó el mediocampo y todo fue de River, que lo superó clara y ampliamente a fuerza de toque, pelotazos cruzados y mejor criterio para tratar la pelota. Independiente no podía salir de su encierro, los defensores chocaban entre sí, se tiraban pelotazos sin sentido, Carrizo y Biglia se encimaban, el Kun estaba muy bien tomado en zona y el desorden global del equipo fue inédito en la era Falcioni. Y de haber contado River con delanteros más precisos, pudo haber hecho un desastre en el arco rojo. Por suerte existe el Kun (la verdadera esperanza que renace cada domingo) que terminó este festival cuando robó una pelota, se fue en veloz contragolpe y sacó un remate no muy preciso, pero que les recordó a los visitantes que no todas eran rosas... el partido se calmó, incluso Miranda (muy batallador pero tremendamente impreciso) dispuso de la mejor chance roja al cabecear un centro desde el punto del penal, bien contenido por Lux, ubicado en el lugar preciso. Se iba el primer tiempo y parecía que dado el trámite la habíamos sacado barata...se jugaba el descuento y de golpe, el baldazo de agua helada: pelota perdida por el Rojo, centro desde la derecha y Zapata cabeceó cómodamente para abrir el marcador ante una defensa estática y un Ustari sorprendido a mitad de camino. El Rojo se fue perdiendo al vestuario y lo más triste es que era justo.
Hubo lavada de cabeza en los vestuarios y el segundo tiempo mostró a otro Independiente, más sereno, voluntarioso y volcado en la ofensiva, procurando jugar por abajo. Y esta táctica tan obvia como vieja dio resultado inmediato: antes del minuto, Domínguez tiró un centro perfecto al medio del área, Miranda la bajó y cedió de modo perfecto para la entrada del Kun, quien recibió y sin dudar definió de modo perfecto con la diestra. Un gol de otro partido para clavar el empate en un momento clave. La hinchada se despertó y el equipo se lanzó en busca de los tres puntos, sin claridad pero con entusiasmo, empujado por Machín que levantó las acciones en el segundo tiempo. Los roles del primer tiempo se invirtieron y River pasó a ser el equipo desorientado. Passarella trató de ganar en manejo con el ingreso del silbadísimo ex-Rojo Rolfi Montenegro, pero de poco sirvió. Aún así, pudo aumentar Tula tras un error groserísimo del voluntarioso Miranda (se tiró -o se cayó- en una errada palomita) en el área chica roja. El Rojo respondía con intentos del Kun (nunca bien acompañado) y la presencia de Miranda en el juego aéreo. A los 30', tras un tiro de Zapata que se fue cerca del palo (la ultima jugada de riesgo de River) entró Fabro por el intrascendente Armenteros y un minuto después se fue expulsado otro ex Rojo, Federico Domínguez, por segunda amarilla.
El Rojo lo tuvo todo a partir de ahí: tiempo, fervor local y un partido ahora favorable en el trámite. Era cuestión de pisar el acelerador y mostrar actitud ganadora... pero nada de eso sucedió. Lentamente el equipo se fue desinflando, se hizo más lento, se perdió en la intrascendencia y casi no pudo llevar peligro al arco de Lux. Fabro no aportó gran cosa, el ingreso del movedizo Bruno por el amonestado Lorgio (se pierde el partido contra Newell´s) fue demasiado tardío y el de el debutante González por el lesionado Miranda sólo ayudó a provocar un centro que fue bien capitalizado por el Kun, que intentó una última y heroica jugada bien controlada por la defensa rival. Poco después, el final. Ambos equipos intercambiaron regalos: Independiente ofreció el terreno, se prestó al baile en el primer tiempo y entregó con un moño el primer gol. River, por su parte, aportó la falta de titulares, la mayor motivación por la copa, la expulsión de Domínguez y todo el segundo tiempo, control de las acciones incluido. En medio del reparto de obsequios, el Rojo tuvo la mayor parte: sólo le faltó animarse a armar la fiesta. Claro que si no hay pilas... sólo se termina soplando las velitas. Y esta vez, fueron 15.
Frank (a) Akai Oni para InfiernoRojo.com